06 abril 2007

World Press Photo 2006

El último día antes de las vacaciones de Semana Santa estuvimos debatiendo e intentando adivinar cual era la historia que se encontraba detrás de la nombrada "Mejor Foto del Año 2006" por la World Press Photo, una organización holandesa independiente sin ánimo de lucro fundada en 1955 conocida por organizar el mayor y más prestigioso concurso anual de fotografía en la prensa. Su objetivo prioritario es estimular el desarrollo del periodismo fotográfico, promover la difusión del conocimiento, ayudar a desarrollar altos cánones profesionales de periodismo fotográfico y promover un intercambio gratuito y sin restricciones de información. World Press Photo trata de promover la prensa fotográfica profesional a escala global. La foto en cuestión es la siguiente:

Copyright Spencer Platt & World Press Photo

En un principio todos pensamos que se trataba de un grupo de turistas que habían decidido visitar Beirut (capital de El Libano) unos días después del final de los bombardeos entre Israel y el grupo chií armado Hezbolá. No era normal ver a una gente tan bien vestida y montada en un descapotable en un pais desolado y denominado por los Europeos y Americanos como "Tercer Mundo".

Después de un largo rato debatiendo diversas posibilidades leímos la explicación que se daba en el diario El País y, la verdad, ninguno de nosotros se esperaba algo así. Reflexiona sobre lo que ves en la foto y, tras un momento, lee la explicación que dejamos a continuación sobre lo que realmente pasaba en el momento en el que Spencer Patt tomó esta fotografía.

Jad Maroun (22 años) y sus hermanas Bissan (29) y Tamara (26) no se sentían tan estupendos aquel día soleado de agosto. Aparte de que son cristianos, todos viven en el Dahiye, que originariamente era un área cristiana. Al comenzar la guerra habían huido de los bombardeos y se habían instalado en el hotel Plaza de Hamra, una parte suní de Beirut. Allí conocieron a Noor Nasser, musulmana, de 21 años, y a Liliane Nacouzi, cristiana, de 22. También eran refugiadas de los suburbios.
"Fíjate bien en la fotografía", dice Bissan Maroun, empleada de banco. "Te aseguro que no lo estamos pasando bien. La mirada en nuestras caras muestra tristeza por lo que le han hecho a nuestro barrio. Ninguno de la foto pertenecemos a la burguesía cristiana".
(...)
¿En qué estaban pensando para vestirse con camisetas ajustadas y gafas de sol de diseño en un día como ése? "Pues, somos libaneses", dice Noor. "Nos vestimos así todos los días. Cualquier otro día, nadie se habría fijado en nosotros, ni siquiera en el Dahiye". Hay algo que el mundo debe entender sobre Líbano, añade El Khali: "Aquí el glamour es una parte importante de la vida. Va más allá de las clases. Incluso si eres pobre, quieres tener un aspecto glamouroso".
No niegan que en aquellos tiempos había en Líbano un turismo de guerra -"pero no es este caso"-. Se preguntan por qué se escoge la foto de Platt, "y no, por ejemplo, la foto del niño muerto siendo sacado de los escombros en Qana". El Khali inquiere: "¿Es que la foto del niño muerto muestra la realidad de la guerra y esto incomoda a los occidentales?".
Spencer Platt nunca supo quiénes eran las personas de la foto. Nunca pretendió juzgarlos. "No hablé con ellos. Podían haber perdido a miembros de su familia. Nadie era inmune al sufrimiento en ese conflicto. Desde luego, yo no quería hacer ningún manifiesto político". Y añade: "Creo que esta foto nos pide a los espectadores que revisemos nuestros estereotipos de las víctimas de la guerra".


El artículo completo aquí. Vía El País.

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